Los desnudos que aparecen en la página tienen contexto artístico, educativo, documental o científico. Nudismo no es pornografía

sábado, 29 de diciembre de 2007

7 trucos para conseguir que la mujer alcance el orgasmo

Esta es la traducción libre de este articulo de Nicole Beland para la revista Men’s Health. Se trata de una lista de trucos o consejos a tener en cuenta para conseguir que la mujer llegue al orgasmo.

El doble apretón.
El culo es el gran olvidado de las zonas erogenas femeninas. Aprieta las nalgas de tu chica firmemente con las manos bien abiertas cuando ella este acercándose al orgasmo. Esto le supondrá una sacudida de placer, pues esta zona del cuerpo es rica en terminaciones nerviosas. Pregúntale ademas si le gusta que le azoten en el trasero: esta practica tal vez le resulte excitante durante los preliminares.

El cambio hacia arriba.
Se trata de que, en la postura del misionero, el hombre suba un poco el cuerpo respecto a la posición que suele adoptar para penetrar. El pene ha de rozar con la parte superior de la vulva mientras penetra en la vagina, por lo que el pubis de él ha de estar situado un poco mas arriba de lo normal, sobre el pubis de ella y no por debajo de este, para que así el tronco del pene roce con el clítoris en cada embestida. Para facilitar el rozamiento, la mujer puede juntar las piernas y el hombre abrir las suyas, situándose a horcajadas sobre la cintura y muslos de ella.Otra opción es que ella se situé encima, y el hombre se yerga subiendo el torso y acercándolo hacia el pecho de la mujer, apoyándose para ello en el suelo o en la cama con los codos, de tal manera que su pubis y abdomen no pierdan contacto con el monte de Venus de la chica. NOTA: Puedes consultar diversas posturas en el kamasutra japones.

El clítoris.
La estimulacion del clítoris es fundamental para que la mujer llegue al orgasmo: cuanto y de que manera depende de cada chica. Bájate hasta su entrepierna y dale un baño de besos con los labios y la lengua en toda la vulva, rozándole el clítoris incluso con la barbilla. Cuando la mujer este ya caliente, indicale que mueva la cadera y tome las riendas de “la molienda”. Mientras tanto, toma nota de con que fuerza empuja y que dirección toman sus movimientos en cada etapa de la excitación, especialmente la previa al orgasmo. Esto te ayudara a saber como estimularla después en esa zona con los dedos o bien practicandole un cunnilingus mas pasional.

La lubricacion.
Una buena lubricacion permite aumentar la velocidad con la que se penetra y a su vez se golpea el clítoris. Si la chica no lubrica lo suficiente, échate unas gotas de lubricante artificial de base acuosa en la punta del pene, y penetrala mediante embestidas cortas y rápidas procurando que tu pubis golpee constantemente en su vulva y monte de Venus. Usa lubricantes en gel como el Astroglide.

El cuello.
El cuello es una zona especialmente sensible de la anatomía humana. La piel allí es muy fina y los vasos sanguíneos en encuentran muy cerca de la superficie. Cuando ella se esté acercando al orgasmo, ocúpate de su cuello. No es necesario pegarle chupetones. Mueve tus labios restregándolos desde su clavícula hasta su mandíbula, y después dale una ración de grandes besos calientes hasta que se corra.

Las frases calientes.
Con algunas chicas, unas cuantas palabras cortas susurradas al oído cuando están calientes pueden funcionar muy bien. Describirle lo que le estas haciendo con un lenguaje explicito o incluso obsceno, o lo bien que lo estas pasando durante el acto puede serte de ayuda. Si no responde adecuadamente, tal vez no estés usando el vocabulario idóneo. Intenta reunir un glosario de términos que la estimulen. Sacaselos manteniendo con ella una conversación distendida, entre copas, sobre las palabras mas excitantes relativas a la anatomía. No utilices frases de animador como: “Vamos, nena, tu puedes hacerlo”.

Los juguetes.
Los vibradores eléctricos son los aparatos mas idóneos para hacerle alcanzar el climax a una mujer. Pregúntale si los ha usado alguna vez. Si te dice que no, comprale uno que le guste. Si la chica tiene mas de 30 años es posible que ya tenga uno, y estará encantada de sacarlo para que lo utilices con ella. Preguntale con que presión y velocidad prefiere usarlo. Todo lo que tienes que hacer es mantenerlo presionado contra su clítoris mientras lo vas moviendo y cambiándo de posición.

* Mas: Como saber si tu chica ha fingido un orgasmo

Clítoris, ese gran desconocido. Masturbación femenina.

Clítoris, ese gran desconocido.
Parece mentira que en pleno siglo XXI, cuando, en teoría, estamos

tan “liberadas” y “liberados”, sigamos encontrando tantos prejuicios e ideas erróneas con respecto a la masturbación femenina. Vamos a dedicar, por ello, unas líneas a hablar de esta práctica.
Muchas mujeres se encuentran preocupadas porque no llegan al orgasmo en sus relaciones eróticas. Indagando un poquito más en la situación se suele descubrir que lo que ocurre realmente es que no consiguen alcanzar orgasmos durante el coito con su compañero, pero sí lo logran mediante la masturbación (en solitario o en compañía) u otras prácticas como el sexo oral. Las féminas pueden fácilmente llegar al orgasmo por la masturbación pero, dada la concepción coitocéntrica de la sociedad actual, a muchas parejas no se les ha ocurrido siquiera intentar que ella llegue al orgasmo mediante alguna relación erótica que no fuera el coito.
Parece mentira que todavía tengamos que volver a un tema que los especialistas han descubierto hace tanto tiempo: que el coito por sí solo (la fricción del pene en la vagina) resulta un estímulo insuficiente para la obtención del orgasmo en la mayoría de las mujeres. Esto no quiere decir en absoluto que las mujeres “sean más lentas” o “estén menos preparadas para disfrutar”. Las mujeres tienen la misma capacidad para disfrutar que los hombres y también para tener orgasmos, pero los tienen más fácilmente con masturbación, con caricias en el clítoris, o con sexo oral, que con coito.
¿Por qué? Pues porque la estimulación del clítoris es sumamente importante en la obtención del placer y orgasmo femeninos. Igual que para la mayoría de los hombres la estimulación del pene suele tener importancia en la obtención de orgasmos. El problema es que en muchas ocasiones durante el coito se estimula el pene pero no se estimula el clítoris, ya que el glande del clítoris se encuentra fuera de la entrada vaginal.
Hay parejas que durante el coito también estimulan el clítoris femenino: mientras realizan el coito, él acaricia con su mano el clítoris de ella, o ella misma se acaricia el clítoris mientras realizan el coito. A veces, algunas mujeres estimulan su clítoris frotando su pubis con el pubis de él, y tienen orgasmo durante el coito, pero no debido al coito, sino que lo tienen porque se están frotando el clítoris con el pubis de él (típicamente, estas mujeres tienen más facilidad para tener su orgasmo, si se sitúan ellas encima del hombre en el coito, y así controlan los movimientos de su clítoris contra el pubis de él). Es importante decir que sin el pene del varón en la vagina, si ellas hicieran los mismos movimientos de frotamiento contra el pubis de él, tendrían el orgasmo igual en la mayoría de los casos.
En definitiva, cuando las mujeres tienen un orgasmo durante el coito, en la mayoría de los casos no se debe al estímulo del varón en su vagina, sino a que se están estimulando de forma directa o indirecta el glande del clítoris. Según los estudios de Shere Hite (Informe Hite sobre Sexualidad Femenina), el 70% de las mujeres no tienen orgasmos durante el coito, aunque la mayoría pueden tenerlo fácilmente con otro tipo de relaciones eróticas (masturbación manual, masturbación oral, caricias en el clítoris…).
El 30% de las mujeres que tienen orgasmos durante el coito, lo tienen en la inmensa mayoría de los casos, por estimulación directa o indirecta del clítoris, no por la penetración en sí. Por tanto, el que una mujer no alcance el orgasmo durante el coito no significa que tenga algún trastorno, ni que sea “anormal” o “esté mal hecha”, sino que tal vez no reciba la estimulación que necesita.
Ignorancia y pornografía
Es tal la ignorancia sobre la masturbación femenina, y sobre la anatomía erógena de las mujeres, que a veces se usa la expresión “hacerse un dedo” para hablar de la masturbación en la mujer, cuando la inmensa mayoría de las mujeres no se masturba metiendo nada en su vagina (ni un dedo, ni un sustituto del pene, ni ningún tipo de objeto). La mayoría de las mujeres cuando se masturba hace simplemente lo que más placer le da: estimular el glande del clítoris, que por cierto, no está precisamente en la vagina.
Si esto es lo que hacen las mujeres cuando están solas para darse placer, ¿por qué ha de suponerse que en pareja van a disfrutar necesariamente más de la estimulación en su vagina? Todo esto, teniendo en cuenta que es posible aunar estimulaciones. La vagina, el clítoris y el conjunto de la vulva no es algo parcelado, puede estimularse conjuntamente.
La pornografía muestra frecuentemente a mujeres que se masturban metiendo algo en su vagina, y esto hace pensar a muchos hombres que esa es la práctica preferida de las mujeres (nada más lejos de la realidad).
La importancia de la masturbación
También hay muchas mujeres que tienen dificultades para alcanzar el orgasmo durante el coito, y tampoco han intentado nunca masturbarse.
Es importante que la mujer aprenda a conocer su propio cuerpo, sus genitales, que se observe en un espejo frecuentemente los mismos (los genitales femeninos son muy hermosos y limpios), que dedique tiempo a acariciarse a sí misma, a mimar tu cuerpo sin castigarlo con dietas estrictas o comparaciones con modelos de belleza irreales... y esto, de paso, supondrá la liberación para muchos hombres, que se sienten responsables de un placer que ni ella misma sabe cómo producirse.
Las mujeres que no se han masturbado nunca, pueden probar a hacerlo. Tienen de esta forma la posibilidad de descubrir las zonas que le produce mayor placer tocar, recorriendo toda su piel con sus manos, sus ojos, su olfato, explorando y reconociendo las diferentes partes, y aplicando caricias suaves y rítmicas en las zonas de mayor sensibilidad al tiempo que dan rienda suelta a su imaginación...
Si una mujer aprende la forma de darse placer a sí misma (dónde tocarse, con qué ritmo, qué fantasía utilizar...) puede usar estos conocimientos para disfrutar en la relación erótica con su compañero o compañera, enseñándole cómo y de qué forma acariciarle, jugando con la masturbación en pareja... y también puede usar estos conocimientos para disfrutar en solitario, cuando lo desee.
Si a pesar de intentar todo esto, la mujer sigue teniendo dudas o continúa la ausencia de orgasmos, una la visita a un sexólogo/sexóloga puede ser una buena idea.
Miedos y sentimiento de culpa
Lo cierto es que en nuestra cultura durante mucho tiempo se ha hablado de la masturbación en términos bastante negativos, especialmente de la femenina, que se ha castigado duramente. Entre otras cosas, se decía que la masturbación en los muchachos (en las muchachas se daba por sentado que no existía) producía terribles males como los siguientes: se te seca la médula, te quedas ciego, te salen granos, no creces, te quedas sin energía, se te acaba el esperma, etcétera...
Por supuesto, todo esto es falso. La masturbación no causa problemas físicos ni psíquicos. Ni en el hombre ni por supuesto en la mujer. Y tampoco perjudica a la relación de pareja, sino más bien lo contrario.
Los únicos problemas que puede causar la masturbación son los derivados de los sentimientos de culpa que muchas veces van asociados a la misma, y que son producto de la educación que en muchos casos se ha recibido, en la que la sexualidad es vista como algo sucio, vergonzoso y condenable, que únicamente tiene sentido si lo "usamos" para tener hijos o hijas. Especialmente en las mujeres.
La masturbación no sólo no produce efectos negativos sino que tiene muchos beneficios: relaja, es una forma de liberar tensión, gozar, experimentar con el propio cuerpo, y supone un buen entrenamiento a la hora de conocer la forma de obtener placer y orgasmos. La masturbación (femenina y masculina) en muchos casos resulta beneficiosa para la vida erótica en pareja, ya que permite conocer el propio cuerpo, y saber cómo obtener orgasmos y placer.
*María Victoria Ramírez es psicóloga y sexóloga.
Técnicas de masturbación femenina

sábado, 18 de agosto de 2007

600 personas desnudas sobre el glaciar de Alestsch

Greenpeace advierte sobre la urgente necesidad de actuar tomando medidas contra el cambio climático

lunes, 9 de abril de 2007

Los desnudos masivos: una experiencia gratificante, gracias a Spencer Tunick



La obra de Tunick es impactante estética y emocionalmente, y sin embargo está lejos de ser considerada pornográfica o erótica, sino que más bien, su intención es contrastar el vulnerable cuerpo desnudo del ser humano con el anonimato de los espacios públicos.

miércoles, 28 de marzo de 2007

el que sufre No puede ser generoso

pero algún día el dolor se mitiga,
se olvidan la dureza y el rencor
y se vuelve a la caricia
y al aprecio de los tuyos

different points of view: los extremeños se tocan

los extremeños se tocan
lo diferente atrae a lo diferente

¡Hay que decir HIJO DE PUTA más! Cervantes dixit

Capítulo XIII. Donde se prosigue la aventura del Caballero del Bosque, con el discreto, nuevo y suave coloquio que pasó entre los dos escuderos... y donde se explica la adecuación y propiedad del témino "hijo de puta"
–Real y verdaderamente –respondió el del Bosque–, señor escudero, que tengo propuesto y determinado de dejar estas borracherías destos caballeros, y retirarme a mi aldea, y criar mis h[i]jitos, que tengo tres como tres orientales perlas.
–Dos tengo yo –dijo Sancho–, que se pueden presentar al Papa en persona, especialmente una muchacha a quien crío para condesa, si Dios fuere servido, aunque a pesar de su madre.
–Y ¿qué edad tiene esa señora que se cría para condesa? –preguntó el del Bosque.
–Quince años, dos más a menos –respondió Sancho–, pero es tan grande como una lanza, y tan fresca como una mañana de abril, y tiene una fuerza de un ganapán.
–Partes son ésas –respondió el del Bosque– no sólo para ser condesa, sino para ser ninfa del verde bosque. ¡Oh hideputa, puta, y qué rejo debe de tener la bellaca!
A lo que respondió Sancho, algo mohíno:
–Ni ella es puta, ni lo fue su madre, ni lo será ninguna de las dos, Dios quiriendo, mientras yo viviere. Y háblese más comedidamente, que, para haberse criado vuesa merced entre caballeros andantes, que son la mesma cortesía, no me parecen muy concertadas esas palabras.
–¡Oh, qué mal se le entiende a vuesa merced –replicó el del Bosque– de achaque de alabanzas, señor escudero! ¿Cómo y no sabe que cuando algún caballero da una buena lanzada al toro en la plaza, o cuando alguna persona hace alguna cosa bien hecha, suele decir el vulgo: "¡Oh hideputa, puto, y qué bien que lo ha hecho!?" Y aquello que parece vituperio, en aquel término, es alabanza notable; y renegad vos, señor, de los hijos o hijas que no hacen obras que merezcan se les den a sus padres loores semejantes.
–Sí reniego –respondió Sancho–, y dese modo y por esa misma razón podía echar vuestra merced a mí y hijos y a mi mujer toda una putería encima, porque todo cuanto hacen y dicen son estremos dignos de semejantes alabanzas, y para volverlos a ver ruego yo a Dios me saque de pecado mortal, que lo mesmo será si me saca deste peligroso oficio de escudero, en el cual he incurrido segunda vez, cebado y engañado de una bolsa con cien ducados que me hallé un día en el corazón de Sierra Morena, y el diablo me pone ante los ojos aquí, allí, acá no, sino acullá, un talego lleno de doblones, que me parece que a cada paso le toco con la mano, y me abrazo con él, y lo llevo a mi casa, y echo censos, y fundo rentas, y vivo como un príncipe; y el rato que en esto pienso se me hacen fáciles y llevaderos cuantos trabajos padezco con este mentecato de mi amo, de quien sé que tiene más de loco que de caballero.
–Por eso –respondió el del Bosque– dicen que la codicia rompe el saco; y si va a tratar dellos, no hay otro mayor en el mundo que mi amo, porque es de aquellos que dicen: "Cuidados ajenos matan al asno"; pues, porque cobre otro caballero el juicio que ha perdido, se hace el loco, y anda buscando lo que no sé si después de hallado le ha de salir a los hocicos.
–Y ¿es enamorado, por dicha?
–Sí –dijo el del Bosque–: de una tal Casildea de Vandalia, la más cruda y la más asada señora que en todo el orbe puede hallarse; pero no cojea del pie de la crudeza, que otros mayores embustes le gruñen en las entrañas, y ello dirá antes de muchas horas.
–No hay camino tan llano –replicó Sancho– que no tenga algún tropezón o barranco; en otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas; más acompañados y paniaguados debe de tener la locura que la discreción. Mas si es verdad lo que comúnmente se dice, que el tener compañeros en los trabajos suele servir de alivio en ellos, con vuestra merced podré consolarme, pues sirve a otro amo tan tonto como el mío.
–Tonto, pero valiente –respondió el del Bosque–, y más bellaco que tonto y que valiente.
–Eso no es el mío –respondió Sancho–: digo, que no tiene nada de bellaco; antes tiene una alma como un cántaro: no sabe hacer mal a nadie, sino bien a todos, ni tiene malicia alguna: un niño le hará entender que es de noche en la mitad del día; y por esta sencillez le quiero como a las telas de mi corazón, y no me amaño a dejarle, por más disparates que haga.
–Con todo eso, hermano y señor –dijo el del Bosque–, si el ciego guía al ciego, ambos van a peligro de caer en el hoyo. Mejor es retirarnos con buen compás de pies, y volvernos a nuestras querencias; que los que buscan aventuras no siempre las hallan buenas.
Escupía Sancho a menudo, al parecer, un cierto género de saliva pegajosa y algo seca; lo cual visto y notado por el caritativo bosqueril escudero, dijo:
–Paréceme que de lo que hemos hablado se nos pegan al paladar las lenguas; pero yo traigo un despegador pendiente del arzón de mi caballo, que es tal como bueno.
Y, levantándose, volvió desde allí a un poco con una gran bota de vino y una empanada de media vara; y no es encarecimiento, porque era de un conejo albar, tan grande que Sancho, al tocarla, entendió ser de algún cabrón, no que de cabrito; lo cual visto por Sancho, dijo:
–Y ¿esto trae vuestra merced consigo, señor?
–Pues, ¿qué se pensaba? –respondió el otro–. ¿Soy yo por ventura algún escudero de agua y lana? Mejor repuesto traigo yo en las ancas de mi caballo que lleva consigo cuando va de camino un general.
Comió Sancho sin hacerse de rogar, y tragaba a escuras bocados de nudos de suelta. Y dijo:
–Vuestra merced sí que es escudero fiel y legal, moliente y corriente, magnífico y grande, como lo muestra este banquete, que si no ha venido aquí por arte de encantamento, parécelo, a lo menos; y no como yo, mezquino y malaventurado, que sólo traigo en mis alforjas un poco de queso, tan duro que pueden descalabrar con ello a un gigante, a quien hacen compañía cuatro docenas de algarrobas y otras tantas de avellanas y nueces, mercedes a la estrecheza de mi dueño, y a la opinión que tiene y orden que guarda de que los caballeros andantes no se han de mantener y sustentar sino con frutas secas y con las yerbas del campo.
–Por mi fe, hermano –replicó el del Bosque–, que yo no tengo hecho el estómago a tagarninas, ni a piruétanos, ni a raíces de los montes. Allá se lo hayan con sus opiniones y leyes caballerescas nuestros amos, y coman lo que ellos mandaren. Fiambreras traigo, y esta bota colgando del arzón de la silla, por sí o por no; y es tan devota mía y quiérola tanto, que pocos ratos se pasan sin que la dé mil besos y mil abrazos.
Y, diciendo esto, se la puso en las manos a Sancho, el cual, empinándola, puesta a la boca, estuvo mirando las estrellas un cuarto de hora, y, en acabando de beber, dejó caer la cabeza a un lado, y, dando un gran suspiro, dijo:
–¡Oh hideputa bellaco, y cómo es católico!
–¿Veis ahí –dijo el del Bosque, en oyendo el hideputa de Sancho–, cómo habéis alabado este vino llamándole hideputa?
–Digo –respondió Sancho–, que confieso que conozco que no es deshonra llamar hijo de puta a nadie, cuando cae debajo del entendimiento de alabarle. Pero dígame, señor, por el siglo de lo que más quiere: ¿este vino es de Ciudad Real?

viernes, 23 de marzo de 2007

But not for me: Sevillanas del adios. Cuando un amigo se va...

Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va...
Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma,
cuando un amigo se va; algo se muere en el alma,
cuando un amigo se va.
Cuando un amigo se va, y va dejando una huella,
que no se puede borrar; y va dejando una huella
que no se puede borrar.
No te vayas todavía, no te vayas, por favor,
no te vayas todavía que hasta la guitarra mía
llora cuando dice adiós.

Un pañuelo de silencio a la hora de partir...
A la hora de partir, un pañuelo de silencio
a la hora de partir; un pañuelo de silencio
a la hora de partir.
A la hora de partir porque hay palabras que hieren,
y no se deben decir; porque hay palabras que hieren
y no se deben decir.

No te vayas...

El barco se hace pequeño cuando se aleja en el mar...
Cuando se aleja en el mar, el barco se hace pequeño,
cuando se aleja en el mar;
El barco se hace pequeño cuando se aleja en el mar.
Cuando se aleja en el mar y cuando se va perdiendo,
qué grande es la soledad; y cuando se va perdiendo
qué grande es la soledad.
No te vayas ...


Ese vacío que deja el amigo que se va...
El amigo que se va, ese vacío que deja,
el amigo que se va; ese vacío que deja,
el amigo que se va.
El amigo que se va, es como un pozo sin fondo
que no se vuelve a llenar;
es como un pozo sin fondo que no se vuelve a llenar.
No te vayas ...

Se ve que es una buena mujer y la quiero por eso y por mucho más

No puede traicionarse a si misma. Tiene que ser fiel a su ser

los buenos tiempos cuando teníamos una mano amiga

Ah! Cómo hemos cambiado
qué lejos ha quedado aquella amistad.
Así como el viento lo abandona todo al paso,
así con el tiempo todo es abandonado;
cada beso que se da, alguien lo abandonará.


Así con los años unidos a la distancia,
fue así como tú y yo perdimos la confianza;
cada paso que se dio, algo más nos alejó.

Lo mejor que conocimos, separó nuestros destinos
que hoy nos vuelven a reunir; tal vez si tú y yo queremos
volveremos a sentir aquella vieja entrega.
Ah! Cómo hemos cambiado
qué lejos ha quedado aquella amistad.
Ah! ¿qué nos ha pasado?
cómo hemos olvidado aquella amistad.


Y así como siento ahora el hueco que has dejado
quizás llegada la hora vuelva a sentirte a mi lado
tantos sueños por cumplir, alguno se ha de vivir.

Fuera de lugar


A veces nos parece que estamos fuera de lugar.
Sentimos esa inmensa soledad mezclada con rabia y extrañamiento.
Sentimos que pertenecemos a oto espacio y tiempo, con otras personas y otros escenarios...
y sólo queremos huir de todo, escapar, correr, gritar, dormir, romper, llorar

martes, 20 de febrero de 2007

Acurrucada pidiendo ser abrazada


Desnuda/Fausto Ortiz, originally uploaded by rosa-silverio.

¿Cómo no amar un cuerpo tan bello?

miércoles, 14 de febrero de 2007

Lo esencial


Portada del libro Desnuda, originally uploaded by rosa-silverio.

El culo es lo más redondo

I hate dogs and you are a son of a bitch. Ventajas de la castración terapéutica de los perros

Dogs are best men friends? Los perros son esos bichos que van cagándose y meándose por las calles, sembrando de porquería la ciudad. Suelen ir detrás de largas correas extensibles que bloquean el paso o te atruenan los oídos con sus ladridos o te asustan con sus movimientos incontrolados y agresivos...

jueves, 25 de enero de 2007

Lo que gusta a las mujeres hetero


Not Shy, originally uploaded by Narcissus....

¡Vaya culo!

Nudists


Nudists, originally uploaded by Narcissus....

Tourist ferry invades Eden

sábado, 13 de enero de 2007

Archivo del blog

Locations of visitors to this page